MITOS Y VERDADES DEL VEHÍCULO ELÉCTRICO

Tienen poca autonomía

Algo que sí era cierto en los primeros coches eléctricos, hace tiempo que ha dejado de serlo. Con la evolución de la tecnología de los últimos años, ya es posible alcanzar autonomías reales de entre 250 y 350 km (sin contar con los modelos de gama alta que pueden superar los 500 km). Es verdad que este rango de alcance puede verse afectado por factores externos (clima frío/caliente y similares) pero no es menos cierto que el sector de las baterías avanza a pasos agigantados.

No se pueden hacer viajes largos

Frente a la leyenda urbana de que no se pueden hacer viajes largos con un coche eléctrico, la realidad es bien distinta. Además de la creciente autonomía que ofrecen los vehículos eléctricos en la actualidad, la red de puntos de recarga es cada vez más extensa a nivel nacional e incluso europeo. Hay marcas que afirman que en Europa es posible encontrar un punto de carga cada 120 km. Lo que sí es cierto es que, en comparación con el despliegue de gasolineras, un viaje largo con un vehículo eléctrico podrá requerir planificar el trayecto para efectuar el desplazamiento con total tranquilidad.

Origen dudoso de la electricidad

Actualmente es innegable que la generación de la electricidad que consumen los vehículos eléctricos no está libre de emisiones. Dado que la generación de la electricidad es dependiente de la proporción de renovables (el mix eléctrico), no es incorrecto llegar a decir que un vehículo eléctrico genera emisiones indirectamente, no en su utilización. Ahora bien, si consideramos que hoy por hoy alrededor del 62% de la energía eléctrica producida a nivel nacional está libre de emisiones de carbono (eólica, fotovoltaica, hidráulica, nuclear…), y que de esto resulta que la generación de 1kWh supone 321 gramos de CO2 (según datos oficiales), podemos afirmar, incluso considerando estas emisiones indirectas, que el uso de un vehículo eléctrico conlleva un consumo de energía y una emisión de CO2 de aproximadamente sólo la cuarta parte que si se tratase de un vehículo movido por gasolina. No olvidemos, además, que la proporción de renovables en el mix eléctrico es cada vez mayor, por lo que estás emisiones indirectas serán cada vez menores.

Emisiones aproximadas
100 Km gasolina 15,43 kg de CO2
100 Km eléctrico 4,59 kg de CO2*
* indirecta por mix eléctrico

La fabricación de las baterías es más contaminante que toda la vida de un gasolina

Ha habido voces que decían que la batería de un vehículo eléctrico, en su fabricación, genera más emisiones de CO2 que un modelo equivalente de gasolina en todos los kilómetros que recorrerá en su vida.

Estimaciones recientes sobre uno de los pocos estudios al respecto indican que la fabricación de la batería supone una emisión de unos 50 kg de CO2 por cada kWh. Esto quiere decir que un vehículo eléctrico tipo con una batería de 64 kWh habrá emitido 3.200 kg de CO2 en la fabricación de su batería; y en una vida de 200.000 kilómetros, otros 9.180 kg de CO2, indirectamente por la generación de la electricidad utilizada. La suma es de 12.380 kg de CO2, muy lejos de los 30.860 kg de CO2 que un vehículo equivalente de gasolina puede emitir en esa misma vida útil. Es decir, aun y todo, aunque se considere la fabricación de las baterías y la generación de la electricidad consumida, las emisiones indirectas de un vehículo eléctrico son poco más de la tercera parte que las emisiones directas de un vehículo de gasolina. Esta proporción sería incluso mucho menor si también computáramos las emisiones indirectas de un vehículo de combustión como toda la parte de extracción del petróleo, refino, transporte, el impacto del aceite, los filtros…. En cualquier caso, no tienen (directa ni indirectamente) emisiones contaminantes de partículas ni óxidos de nitrógeno, que son hoy por hoy el mayor problema en grandes ciudades.

Vida de la batería reducida

Éste ha sido uno de los caballos de batalla de los vehículos eléctricos en la actualidad reciente. La eventual necesidad de sustituir la batería a lo largo de la vida de vehículo eléctrico puede resultar proporcionalmente caro (algunas marcan fijan entre un 20% y un 30% el coste de las baterías respecto al total del coche). Es por ello que algunas marcas ofrecen garantías de hasta 7 años, u otro tipo de formulas como el alquiler de las baterías, que pueden resultar realmente interesantes. Aun y todo, se está demostrando que las nuevas baterías tienen una vida útil tan larga como la del propio vehículo, de modo que el problema del coste del reemplazo de la batería sencillamente está desapareciendo.

Colapso de las redes eléctricas

Otra de las grandes mentiras, que afortunadamente ya ha sido rebatida a nivel internacional, es la “preocupación” sobre si habrá suficiente energía eléctrica cuando el parque de vehículos sea mayoritariamente eléctrico. Asociaciones de suministradores de energía de varios países afirman que están perfectamente preparados para hacer frente a esa demanda (varios millones de vehículos eléctricos) y a esas perspectivas de futuro.

Los seguros son más caros

Hace algunos años está afirmación era cierta, pero ante la creciente popularización de los vehículos eléctricos el precio de los seguros ha ido descendiendo paulatinamente, y hoy en día los seguros para coches eléctricos, en muchos casos, son los mismos que para un coche diésel o gasolina.

No son tan veloces, potentes ni seguros

Frente a los que pueden pensar que un vehículo eléctrico no puede alcanzar una buena velocidad o que no tiene potencia, hay que decir que un vehículo eléctrico puede tener la misma velocidad que los coches de combustión (superior a los 120km/h permitidos). De hecho, en modelos equivalentes, presentan una aceleración superior y un par motor (fuerza en las ruedas) instantáneo, y no paulatino como ocurre en los modelos de gasolina o diésel. En cuanto a la seguridad, queda garantizada bajo todo tipo de condiciones, tanto en marcha como cargando, bajo la lluvia intensa, el calor del desierto o en temperaturas bajo cero, y a salvo de cualquier descarga de electricidad. Según pruebas del ADAC alemán hay menor riesgo de incendio en un vehículo eléctrico que en uno con motor de combustión.